Knit, qué sería si…

Hablamos con la diseñadora multidisciplinar alemana con sede en Colonia, Meike Harde, sobre su colección Knit. Un diseño que aúna la innovación y profundo conocimiento sobre la luz de Vibia, con la pasión que su creadora siente por el universo textil, y que da como resultado una propuesta profundamente táctil y material.

Sinuosas luminarias colgantes y de pie donde se encuentran luz y materia, con unas características costillas que introducen distintos colores y densidades, y unas superficies mullidas y rugosas que aumentan la sensación de confort. Harde las imagina convertidas en un lugar, una emoción, una estación, un artista y un sabor.

“Si Knit fuera un lugar, sería un entorno boscoso, un bosque de robles en concreto”, apunta la diseñadora, que destaca la capacidad de la colección para crear ambientes íntimos y acogedores, y transmitir un fuerte sentimiento de unión con su entorno.

“Inspirándose en la madera de estos bosques, se eligen unos tonos beiges y grises que transmiten calidez, y el ambiente se impregna del característico olor que desprende este material cuando es bañado por la luz solar”, añade la Harde.

“La calma”, contesta Harde cuando le preguntamos sobre una emoción. Knit genera una sensación relajante, que invita a bajar las revoluciones y parar el tiempo para sentir el ‘aquí y ahora’, tanto a través de sus formas suaves y curvilíneas, como de una textura que invita a tocar.

“El otoño, con sus característicos mantos de colores cálidos y dorados, y una atmósfera tranquila, propia de una naturaleza que se prepara para descansar”, es la estación elegida por la diseñadora para esta colección. La magia de este periodo, acogedor y melancólico, sereno y cambiante, y extremadamente sensorial, se refleja en un diseño que, a través de la materialidad y la textura, tiene la capacidad de modificar nuestra percepción espacial.